Eurobasket 2015: España gana con claridad a Turquía y arregla su camino en el Europeo - MARCA.com

Espectacular paliza a los otomanos
Las heridas se curan con puntos
España recuperar la puntería y destroza a Turquía (77-104).
Fantástica aportación del banquillo, hasta ahora cuestionado.
Pau, con 21 puntos, fue imparable para los pívots turcos.
06/09/15 - 22:40
Los cortes se curan con puntos. Es lo que hizo España para cerrar la herida del estreno del Europeo ante Serbia. Arrolló a Turquía exhibiendo buena parte de sus poderes en una victoria coral —sí, también de ese cuestionado banquillo— que aplaca el nerviosismo de los más alarmistas.
Fue la selección de siempre, sobre todo en una primera mitad extraordinaria en la que destrozó a su rival llegando con 54 puntos al descanso. Cuando se pone así, resulta difícil de contener. Pero si la primera derrota no merecía hacer un drama, tampoco conviene venirse arriba con este triunfo tampoco : Turquía no es Serbia y anda lejos de la subcampeona del mundo.
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Para explicar la diferencia entre los dos primeros partidos de España se puede recurrir al principio de la Navaja de Ockham, que dice que en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta. El baloncesto, en ocasiones tan complejo, se reduce a meter el balón por el aro. El primer día no entraron los tiros y el segundo lo metieron todo. El 3/19 en triples del estreno se convirtió en un demoledor 7/12 al descanso y un 12/21 al final. Entró el primer intento, de Llull a los 19 segundos, y tuvo mucho de catarsis.
Scariolo introdujo a Pau Ribas en el quinteto inicial. Satisfecho por su rendimiento ante Serbia, decidió usar a Sergio como revulsivo saliendo del banquillo. El nuevo escolta del Barça volvió a cumplir con creces. Como todos. Mirotic se mostró muy suelto, Gasol abusó primero de Erden, luego de Aldemir y más tarde de Savas... Ni el empuje del joven Osman ni las dos tempranas faltas de Rudy fueron un problema.
El Dato
España alcanzó los 54 puntos al descanso, más que algunas selecciones en 40 minutos
De hecho, la aparición de San Emeterio en su lugar fue trascendental. Él lideró a la segunda unidad con su extraordinario trabajo en defensa y su acierto delante. España, que se llevó nueve puntos de ventaja a la primera pausa (15-24) no sólo aguantó el tipo con algunos de sus referentes en el banquillo, sino que rompió el choque. Con un quinteto formado por Sergio, Ribas, San Emeterio, Felipe y Willy comenzó a construir un parcial demoledor de 8-26. Del 20-24 se pasó al 28-50 que dejaba el choque encarrilado.
Al descaso, la selección tenía a seis jugadores por encima de siete puntos, había anotado el 66% de sus tiros de campo, había circulado bien el balón hasta repartir 12 asistencias y, tal vez lo más importante, 25 de los 54 puntos los habían producido los suplentes. Cuantos más adeptos se sumen a la causa, mejor.
De Turquía no había noticias. Al menos ninguna buena. El amenazante Ali Muhammed ni voló como una mariposa, ni picó como una abeja. Fue desactivado por al Llull al principio y después por una serie de defensas en zona, incluida una presionante con Felipe en punta a los Slaughter que luego se transformaba en 2-3.
La segunda mitad sirvió para que España se recreara. Continuaron entrando los triples. Tres aciertos más y las ganas de un Gasol imparable ayudaron a llevar las diferecias hasta los 29 puntos (49-78). El pívot, especialmente picado por la derrota del debut, se acercó al de las grandes ocasiones.
A falta de 11 minutos, fue sustituido. La clave del éxito en este Europeo puede pasar por dar muchos minutos a Pau, pero sin quemarle. No conviene hacer esfuerzos innecesarios. Es fundamental tenerle fresco otros días. De paso, Willy disfrutó de un jugoso tiempo en pista que, como siempre supo aprovechar.
Con todo a favor, hubo jugadas para el lucimiento como un contraataque culminado por Rudy tras un tuya-mía con Mirotic o los destellos de magia del Chacho, que recuperó la sonrisa. Como el resto. Porque, pese a que había jarreado casi todo el día sobre Berlín, para España llovía mucho menos.
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